Para minimizar el Síndrome del cuidador, o lo que es lo mismo cuidar al cuidador, es recomendable que éste no haga una renuncia completa a su modo de vida, no paralice todas sus actividades de ocio y olvide sus planes, tiene que intentar mantener siempre un tiempo de descanso, de respiro, que pueda dedicarse a sí mismo, a actividades propias que uno desee. Para lograrlo tiene que aprender a compartir el cuidado con otras personas o familiares, y conocer todos los recursos a su alcance para tenerlos disponibles cuando los pueda necesitar. Además es importante llevar hábitos saludables (alimentarse adecuadamente, dormir las horas suficientes y hacer ejercicio físico).

El informarse sobre la enfermedad y conocer cómo actuar ante diferentes circunstancias, da tranquilidad. Es importante conocer bien el tipo de enfermedad que tiene el paciente, su evolución, sintomatología, tratamientos, como manejar los síntomas conductuales de una manera adecuada y eficaz, conocer el impacto de la enfermedad en el núcleo familiar, y precauciones que tienen que tener los familiares cuidadores para evitar el síndrome del cuidador y la sobrecarga emocional.

Recibir una buena orientación y terapia familiar es clave, tanto para favorecer el proceso de recuperación o tratamiento del paciente, como para el bienestar y la adaptación de la familia a la nueva situación.